Aviones

Estaba en la puerta de Algarabía hace unas semanas, mirando la gente pasar cuando escuché una voz que decía:
- Mamá, ¿verdad que los aviones vuelan libres por los cielos? 
Era un niño de cinco o seis años que paseaba con su madre.
 
Seguramente aquel razonamiento era fruto de alguna discusión infantil en torno a los aviones que sobrevuelan continuamente nuestras cabezas. 
La madre le respondió: 
-Si cariño.
 
Quizá por costumbre, como respuesta válida para todas las infinitas preguntas que su hijo le hace, o quizá prefirió dejarlo con la ilusión de que los aviones, como los pájaros, no están sujetos a rutas ni programaciones.